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relaciones socialesEl estilo de vida de las personas y los riesgos a los que se exponen condicionan sus posibilidades de enfermar y de morir antes de lo previsible. Sentirse protegido, amado y acompañado es una de las necesidades básicas de todo ser humano, dice A. Maslow.

El concepto psicológico de red social refiere al conjunto de individuos significativos, familia, amigos, relaciones de trabajo, y de estudio. Es la suma de todas esas relaciones que un individuo percibe como significativas o define como diferenciadas de la masa anónima de la sociedad.

La red social favorece muchas actividades personales que se asocian positivamente con la sobrevida: rutina de dieta, de ejercicios, de sueño, de adhesión a régimen de medicamentos y, en general a cuidados de salud. Cuando se cuenta con un sistema de apoyo la vulnerabilidad a las enfermedades es muy baja y la posibilidad de recuperación de cualquier enfermedad es mayor que si la persona se encuentra aislada socialmente.

Existe amplia evidencia que una red social personal estable, activa, sensible y confiable protege a la persona contra enfermedades, actúa como agente de ayuda, afecta la pertinencia y rapidez de utilización de los servicios de salud, y además acelera los procesos de curación y aumenta la sobrevida. Una red social es salutogénica.

La falta de conocimiento de todas estas condiciones es una de las principales barreras para que la gente adopte comportamientos saludables.

La gente menos integrada socialmente, tiene más probabilidades de morir, es decir, existe una correlación directa entre la calidad de la red social y calidad de la salud. Existe una mayor probabilidad de suicidio en los individuos más aislados socialmente, en comparación con quienes poseen una red social más amplia, accesible e integrada.

Las mujeres, probablemente en función de una facilitación cultural y de "entrenamiento" social consiguiente, tienden a establecer relaciones de mejor calidad (de mayor variedad de funciones, de mayor intimidad y de mayor duración) que los hombres. Esta habilidad socializante en las mujeres las hace menos vulnerables aun cuando el número de su red sea mínimo: la riqueza de esos pocos vínculos lo compensa.

 

Existe abundante evidencia experimental acerca del efecto reductor del estrés de la presencia de miembros familiares de la misma especie, o aun de diferente especie, como por ejemplo las mascotas.

Las relaciones sociales contribuyen de proveer sentido la vida de las personas. Las relaciones sociales favorecen una organización de la identidad a través de los ojos (y las acciones) de los otros. De ésta deriva la experiencia de que "estamos ahí para alguien" o "sirviendo para algo", lo que a su vez estimula a mantener las prácticas de cuidados de salud y, en última instancia, a seguir viviendo. Parte de ese sentido deriva de la experiencia de rol, que a su vez tiende a debilitarse en el curso de la enfermedad.

La red social provee retroalimentación de los comportamientos correctivos. Es decir, la red social actúa como monitor de la salud y activador de las consultas a expertos (Por ejemplo es frecuente escuchar: "Te noto un poco pálido. ¿Por qué no vas a ver al médico?)

El tamaño de las redes sociales influye en gran medida en las funciones de la red. Así, por ejemplo una red social muy chica es menos eficaz en una situación de sobrecarga o de tensión de larga duración, ya que las personas que la constituyen comienzan a distanciarse y a evitar a la persona con el problema. Pero también puede suceder todo lo contrario, esas pocas personas se sobrecarguen de conflictos ajenos. Simultáneamente, las redes muy numerosas tampoco son de gran ayuda en momentos de tensión, dado que a mayo cantidad de personas que la compongan mayor será la probabilidad de que nadie se ocupe de la persona que necesita ayuda y se caiga en la inacción.

La composición de la red es otro de los factores fundamentales a tener en cuenta. Por composición nos referimos a la localización. Hay gente cuya red significativa se centra únicamente en la familia, otras únicamente en los amigos. Se sabe que resulta conveniente (sobretodo en momentos de crisis) si la red no se centra únicamente en un sólo círculo de personas y se distribuye en varios (amigos, familiares, relaciones de trabajo o de estudio, y relaciones comunitarias).

Por lo tanto tener un grupo de personas con quien contar se relaciona con la necesidad de todas las personas de tener un grupo de pertenencia al cual referirse, sobretodo en momentos difíciles.


Referencias bibliográficas:

  • Sluzqui, Carlos: "La red social : frontera de la práctica sistémica", Editorial Gedisa.
  • Abraham Maslow (1989): "El hombre autorrealizado", Kairós Psicología.

 


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